Según un estudio de la fundación Mapfre y de la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB), un total de 165 personas fallecieron durante 2019 como consecuencia de incendios dentro del hogar. El ‘Estudio Víctimas de Incendios en España 2019’ refleja que casi la mitad de los fallecidos, el 49,1 por ciento, tenía más de 65 años de edad.
Según el mencionado estudio, durante 2019 se produjo un ascenso en la media diaria de incendios en viviendas, con un incremento del 28 por ciento respecto a 2018, aumentando, también, las intervenciones de los bomberos.
Entre las causas que dieron lugar a los incendios en viviendas en 2019 se encuentran los incidentes eléctricos, causantes del 23 por ciento de los fallecidos. La segunda causa de los siniestros fueron los aparatos generadores de calor (radiadores y braseros, entre otros), con 18 víctimas y en tercer lugar incidentes como consecuencia del hábito de fumar. El estudio indica que estos incidentes son más recurrentes durante los seis meses más fríos del año, de octubre a marzo, siendo los peores meses enero y noviembre.
El 68 por ciento de las muertes se produjeron por inhalación de humos, bien por una mala combustión, bien por descuidos, por lo que Oficina Técnica de Ingeniería Forense recomienda colocar sistemas de detección de humos en las viviendas, un aspecto fundamental para alertar de que se está produciendo un incendio, y práctica habitual en Estados Unidos.
Revisar la instalación eléctrica
Por otra parte, también es muy importante revisar la instalación eléctrica de forma periódica, prestando especial atención a no sobrecargar los enchufes, sobre todo con regletas múltiples, así como apagarlas si se sale de la vivienda o al acostarse. Debe prestarse especial atención en que los aparatos eléctricos deben cargarse sobre superficies que disipen bien el calor y/o de gran tamaño, y alejados de papeles, materiales textiles y objetos combustibles. También sería interesante que los cuadros eléctricos tuvieran la opción de desactivar todos los aparatos eléctricos, excepto la nevera, cuando se abandona el hogar.
En el caso de que la vivienda disponga de chimenea, por obvio que parezca, siempre debería haber alguien cuando esté encendida. Las chimeneas suelen provocar incendios por imprudencias, como no revisar o deshollinar periódicamente, encenderlas con líquidos inflamables, introducir demasiada leña y/o colocar cerca elementos combustibles, como alfombras o cortinas. Se debe evitar todas estas situaciones.
Por último y dado que se acercan las fechas navideñas, prestar especial atención a las luces de los árboles, belenes y otros adornos navideños.