Incendios en embarcaciones por autocombustión de pinturas y barnices

Oficina Técnica de Ingeniería Forense

No son raros los incendios originados en embarcaciones por un mal uso de las pinturas y barnices debido a un proceso de autocombustión. En la terminología de investigación de incendios, los procesos de autocombustión se definen como fenómenos de ignición espontánea que pueden experimentar algunos productos y sustancias en ciertas circunstancias, a consecuencia del cual se puede desarrollar un incendio, sin que sobre el producto se aplique una fuente de calor, ya que él mismo la genera.

Una de las causas de incendios en embarcaciones, cuando se están realizando labores de reparación y pintado, es la autocombustión que se puede dar cuando se hace un mal uso de las pinturas y/o barnices que se están utilizando. Por norma general, en las pinturas y barnices empleados en pintar la cubierta de las de embarcaciones, se emplean masillas rápidas y peróxidos para obtener un secado o plastificado rápido de la pintura, o bien como agentes polimerizadores de resinas sintéticas. Estos componentes que se añaden a las pinturas, son altamente peligrosos y su manipulación exige unas elementales normas de seguridad. Tanto la masilla rápida, compuesta de estireno y carboxilato de cobalto, como los peróxidos utilizados, pueden provocar autocombustiones.

Uno de los productos químicos que con más frecuencia da lugar a reacciones susceptibles de desencadenar una autocombustión, son los peróxidos químicos, cuya fórmula genérica es:

R—O—O—R’

donde R y R’ son radicales orgánicos.

Los peróxidos orgánicos, son productos inestables que se descomponen fácilmente, según la reacción:

R-O-O-R’ CO2 + R-0-CO-R’ + R1 – R2+ CO + H20

Estos peróxidos deben de manipularse correctamente, evitando que se produzca la sequedad en el frasco que los contienen. El peróxido más utilizado en estas punturas es de dibenzoilo, cuya fórmula desarrollada es:

OTIF

Por encima de los 105 ºC explosiona y cuando el producto está completamente seco, se autoinflama de forma violenta. No se debe de mezclar nunca con un producto que no tenga como mínimo un 33% de agua. Su temperatura de autoignición está sobre los 83 ºC.

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Durante la investigación de incendios en embarcaciones, se ha constatado que muchos son debidos a un mal uso de las pinturas utilizadas. Ocurre muchas veces que, durante los trabajos de pintura del casco en una embarcación, la tarea se interrumpe por cualquier circunstancia, y se quedan los botes abiertos. En estas condiciones, se favorece el proceso de evaporización. Cuando el peróxido pierde un determinado porcentaje de humedad puede inflamarse dando lugar a un incendio y/o explosionar si está seco.

En dicho proceso el producto se descompone según la siguiente reacción, dando muchos subproductos, algunos de los cuales, a su vez, son inflamables:

OTIF

En la investigación de estos incendios, hay unos parámetros o características que son fácilmente identificables y que se repiten en todos ellos:

  • Botes de pintura abiertos con horizontes de calor en su interior.
  • Propagación del incendio muy superficial por aquellos elementos que recientemente se habían pintado.
  • Trayectoria del incendio en varios sentidos, con posibles varios focos.
  • Las continuas tonalidades “azuladas” en los elementos dañados, es una confirmación de la autoinflmación del peróxido.

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