El ¡Fuego! Los incendios asegurados en 2019-2020, realizado por Estamos Seguros y que ha contado con la colaboración de Cepreven y Tecnifuego, ha concluido que los daños causados por incendios les cuestan a las empresas aseguradoras 500 millones de euros anuales. Esta investigación ha recopilado estadísticas de 24 empresas de seguros, lo que supone un 63,3% de la cuota del mercado, para sacar conclusiones acerca de las consecuencias económicas de los incendios y evidenciar así la importancia de contratar un seguro.
La investigación explica que las dos primeras necesidades que cubrieron las empresas aseguradoras desde sus inicios fueron el transporte de mercancías y el fuego. Es evidente que el fuego es un riesgo al cual el hombre ha estado expuesto siempre y que tiene una capacidad muy elevada de generar pérdidas. desde la Oficina Técnica de Ingeniería Forense (OTIF) te recomendamos la contratación de pólizas de seguros y que confíes tus bienes a una empresa aseguradora para estar tranquilo y evitar problemas si sufres un incendio.
Otro de los datos relevantes que destaca la investigación es que un 78% de los incendios que tienen lugar en España cada año suceden en viviendas particulares. Sin embargo, un porcentaje considerable de los 500 millones de indemnización anuales se debe a los daños sufridos en negocios, empresas y fábricas: mientras que la media de pago de un incendio en un domicilio particular por parte del seguro es de 2.930 euros, esta indemnización es tres veces mayor cuando se trata de comercios (8.768 euros) e incluso es hasta catorce ves más grande en el caso de industrias (42.081 euros).
OTIF en toda España
El estudio también destaca que la provincia con más patrimonios asegurados es Madrid, que engloba a uno de cada seis. La segunda con más patrimonio asegurado es Barcelona, con un 11%; y en una cifra inferior al 10% están Alicante, Málaga y Valencia. A pesar de ello, la investigación afirma que los territorios donde es más probable que se produzca un incendio son Córdoba, Jaén, Pontevedra, Badajoz y Sevilla. Estas provincias tienen una cosa en común: la población se encuentra dispersa en varios municipios. Oficina Técnica de Ingeniería Forense cuenta con oficinas en toda España, concretamente, en Madrid, Barcelona, Pamplona, Córdoba, León, Santa Cruz de Tenerife, A Coruña y Valencia (oficinas centrales).
Y es que una de las claves de esta investigación es que son las localidades más pequeñas, aquellas que no llegan a los 50.000 habitantes, las que tienden a sufrir una proporción de incendios mayor de la que deberían en función de su número de habitantes. Y, al mismo tiempo, ocurre lo opuesto con las grandes ciudades: en los municipios de más de medio millón de habitantes se producen menos incendios de los que cabría esperar según la cantidad demográfica.
Como curiosidad, la comparación de cifras para las ciudades de más de 75.000 habitantes permite llegar a la conclusión de que, con los datos de 2019-2020, la ciudad más segura desde el punto de vista de los incendios fue la localidad toledana de Talavera de la Reina, en la que la probabilidad de sufrir un incendio fue un 60% más baja que en el conjunto de España. A esta le siguen la ciudad tinerfeña de Arona (54% menos de riesgo) y la capital de la provincia de Orense (47% menos).
Otra parte de los incendios que es importante tener en cuenta y que este estudio ha investigado es su intensidad. Esto es la relación entre el coste del incendio y la suma de los capitales asegurados de continente y contenido, puesto que ambos son susceptibles de sufrir daños. En este sentido, Burgos es la que tiene mayor diferencia en sus ratios de intensidad, seguida por Zamora y Soria. Por otro lado, Jaén, Madrid y Barcelona son las provincias con intensidades menores en la ratio global, mientras que en la de contenido lo son Cantabria, Madrid y Salamanca.
