En invierno se produce el uso de diferentes elementos e instalaciones para calefactar el ambiente. Entre otros, estufas, calderas, calentadores de agua, etc.
Cuando la combustión del gas, la madera, el petróleo, el carbón o cualquier otro combustible no es completa, se produce monóxido de carbono. Ello es debido a que el balance de O2 en la reacción es negativo, es decir, se consume mayor cantidad de O2 de la que entra en el recinto o recipiente donde se desarrolla la combustión y en lugar de formarse únicamente CO2 también se produce CO.
El monóxido de carbono, CO, es un gas incoloro, inoloro, insípido y no irritante, es decir, la detección del mismo es ardua, además de ser muy peligroso puesto que es tóxico y puede producir lesiones muy graves, e incluso, la muerte.
El CO2 no está carente de riesgos, ya que al ser más denso que el aire puede acumularse en espacios cerrados y, por desplazamiento de éste, puede causar la muerte por asfixia. En cambio, el CO al ser inhalado pasa al torrente sanguíneo, complejándose con la hemoglobina en sustitución del O2 (la hemoglobina presenta 210 veces mayor afinidad por el CO que por el O2), causando dolor de cabeza, mareo, desvanecimiento e incluso daños neurológicos previos a la muerte.
Por desgracia, todos los años se produce el fallecimiento de decenas de personas debido a combustiones incompletas. Uno de los accidentes más graves se produjo en 2005 en el municipio castellonense de la Todolella.
Resulta vital tener en cuenta aquellos indicios que nos permiten detectar que se está produciendo una mala combustión. Así, se debe estar alerta a:
-Si la llama de la combustión cambia de color. Idealmente debería ser azulada (una mala combustión produce una llama amarilla).
-Si alrededor de la llama se verifican manchas amarillentas o marronáceas.
-Si los indicadores luminosos de la caldera, calentador, etc. se apagan con frecuencia.
-Si se incrementa la condensación en la cara interior de las ventanas.
Con todo, es aconsejable:
-No usar hornillos de cocina, camping-gas o similares para calefactar una habitación.
-A ser posible, apagar los elementos de calefacción por la noche y cuando no sean estrictamente necesarios.
-Si se va a producir una ausencia prolongada, cerrar la llave de paso del gas y/o la válvula de la bombona de gas.
Por último, y habida cuenta que en toda instalación de gas doméstica debe haber ventilación, tanto en la cocina, como en el recinto donde se ubique la caldera/calentador, cuando se calefacte el recinto con estufas con bombonas de butano debe abrirse ligeramente la ventana del recinto, o en su defecto dejar entreabierta la puerta del mismo, para que sea posible la ventilación, esto es, para que el balance de O2 esté equilibrado.